Potenciar la educación financiera, una necesidad

Actualmente, cualquier medio de comunicación sea escrito, visto u oído utiliza en sus informaciones decenas e incluso cientos de palabras y conceptos relacionados con las finanzas.

Las finanzas son hoy más que nunca, un concepto universal pues afectan a toda la población prescindiendo de su origen, religión, sexo, idioma, posición económica, y también de su edad.

Pero la importancia de su existencia y del conocimiento que sería lógico tener sobre ellas no son coincidentes con la realidad. Ciertamente esta es la triste situación en que nos encontramos, y esto no afecta sólo a España sino a la mayoría de los países desarrollados en distintos niveles.

Las finanzas no se aprenden por invocación divina, hay que aprenderlas como cualquier otra área de conocimiento del ser humano, y por ello tendría que ser una materia a incorporar en todas las escuelas a partir de la educación secundaria (ESO) y en cualquier caso siempre antes de finalizar la misma, pues es en este momento donde las trayectorias se bifurcan en bachillerato, formación profesional o el mundo laboral.

Podríamos decir que la educación financiera es una necesidad que interesa a todas las personas con capacidad económica (entendiendo por capacidad económica, aquellas que obtienen ingresos de cualquier índole, y por tanto pueden realizar operaciones económicas como comprar, vender o bien tomar decisiones como gastar, invertir o ahorrar)

Si todo eso es así, parece obvio que lo que se habría de intentar conseguir es que en el futuro existiese una asignatura de educación financiera en todas las etapas de enseñanza, desde secundaria hasta la universitaria.

Y, entretanto que hacemos ¿?, pues dar valor, apoyo, publicidad y soporte a las iniciativas tanto públicas, mixtas o privadas que puedan existir en la actualidad y que en su mayoría son llevadas a cabo por voluntarios del mundo financiero y económico en su conjunto, en acciones que además en su mayoría, son sin coste para las instituciones cuyos alumnos la reciben.

A destacar entre estas iniciativas las de EFEC – Educación financiera en las escuelas de Catalunya (Generalitat de Catalunya y con la colaboración de instituciones bancarias y financieras) y Finanzas para Mortales (Fundación UCEIF), en ambos casos con clases y sesiones presenciales. Y las de Finanzas para todos (CNMV y Banco de España) o la de Red española de educación financiera (CECA), que ofrecen información y formación a través de internet.

Lo que podemos afirmar es que la educación financiera es una necesidad que tenemos la responsabilidad como sociedad de cubrir y atender.